Barcelona (Efe).- La teniente de alcalde de Economía, Sònia Recasens, ha cifrado en 17,9 millones de euros la perdida patrimonial del Ayuntamiento de Barcelona por la quiebra de la aerolínea Spanair. El impacto negativo del proyecto Spanair sobre el Ayuntamiento de Barcelona sería de casi 50 millones: 17,9 por la suma de las perdidas patrimoniales correspondientes a las participaciones del Ayuntamiento en Catalana de Iniciativas, Turisme de Barcelona y Fira de Barcelona; 6,1 de los avales del crédito a SAS y los 25 del préstamo que se concedió a la Generalitat para la promoción económica de la ciudad.
Recasens ha facilitado estas cifras en una sesión extraordinaria conjunta de las comisiones plenarias municipales de Presidencia y Economía en la que, a petición del grupo del PP, el gobierno local ha informado del cierre de Spanair y las inversiones del ayuntamiento en la aerolínea. Sònia Recasens y el teniente de alcalde Antooni Vives han defendido la apuesta que hizo el ayuntamiento en Spanair porque en ese momento era la única vía para conseguir que el aeropuerto de Barcelona El Prat se convirtiera en un "hub" intercontinental, objetivo estratégico que todos los grupos municipales han coincidido en defender en el debate.
Recasens y Vives ha señalado que el apoyo a Spanair fue una apuesta estratégica para garantizar la connectividad del aeropuerto de El Prat y la competitividad de las empresas del área metropolitana de Barcelona y han agradecido a los empresarios que afrontaron el riesgo del proyecto. Vives ha considerado que "había un interés objetivo en hundir la operación".
En el debate, el grupo popular se ha quedado solo en las criticas a la gestión de la compañía y ha puesto en duda las cifras presentadas por el gobierno municipal.
El portavoz del PP, Javier Mulleras, ha estimado en un mínimo de 60 millones las perdidas que tendrá el Ayuntamiento por el "fracaso de Spanair" y ha reclamado una auditoría. Mulleras ha criticado la gestión de la compañía y ha asegurado que el proyecto Spanair ha fracasado porque "los políticos quisieron hacer de empresarios con criterios políticos y no empresariales" y deberían "hacer autocrítica". La portavoz socialista Assumpta Escarp ha subrayado que "hay vida más allá de Spanair" y ha pedido que no se renuncie al objetivo estratégico de que el aeropuerto de Barcelona sea un centro distribuidor de vuelos intercontinentales.
El portavoz ecosocialista Joaquim Mestre, aunque ha reclamado una también auditoría para saber qué se ha hecho con la inversión publica en Spanair, ha asegurado que "no es el momento de los reproches" y ha lamentado la "sensación de fracaso" que ha dejado la quiebra de la compañía. El presidente del grupo municipal de Unitat per Barcelona, Jordi Portabella, ha detallado las dificultades que ha tenido el proyecto a lo largo de su historia y ha recordado que el origen de la iniciativa fue la decisión de Iberia de dejar El Prat sin vuelos intercontinentales para fortalecer Barajas, hace casi diez años.
Portabella ha señalado que ahora, como entonces, Barcelona se encontraba en una situación "de clara discriminación" porque "en el caso de Madrid, no da para un 'hub' en Madrid y otro en Barcelona" porque para que Barajas funcione necesita de los vuelos intercontinentales del Prat